jueves, 13 de marzo de 2008

La absurdo de la filosofía política, es la facilidad de perder la realidad. (Abel Desestress)


Pekín confunde cine y realidad
PEKÍN.
Aspiraba al estrellato con su debut en una película del laureado director taiwanés Ang Lee, ganador de un Oscar por «Brokeback mountain», y puede acabar estrellándose para siempre. Es el drama de la actriz Tang Wei, la joven que en «Deseo, peligro» interpreta a una espía comunista que, durante la ocupación japonesa de China en la Segunda Guerra Mundial, acaba enamorándose del colaboracionista al que tenía que asesinar. Según informan algunos medios taiwaneses, como el periódico «The United Evening News», la Administración Estatal de Cine, Radio y Televisión de China dio el viernes la orden de retirar «inmediatamente» cualquier trabajo, entrevista o anuncio con Tang Wei.
Su tórrida actuación en «Deseo, peligro», que fue convenientemente censurada en el gigante asiático para cortar nueve minutos con las escenas de sexo más fuertes y violentas, ha escocido entre los máximos responsables del régimen comunista, quienes no han sabido distinguir entre cine y realidad. Muchos han criticado que la película glorifica a los traidores y ensalza a aquéllos que colaboraron con la invasión nipona, por lo que Ang Lee no sólo se vio obligado a eliminar los pasajes sexuales, sino a cambiar alguna línea de diálogo de Tang Wei para suavizar su deslealtad.
Aunque el Gobierno chino no ha confirmado este veto a la actriz, algo que por otra parte tampoco admitiría abiertamente, el propio director ha criticado la férrea censura que impera en el «dragón rojo». «Estoy muy decepcionado porque Tang Wei ha sido dañada», aseguró el realizador, quien ya conoce lo que es la censura china porque «Brokeback Mountain» fue prohibida por plasmar una historia de amor homosexual entre dos vaqueros.
A pesar de la cada vez mayor apertura económica y social de China gracias a su crecimiento económico, el régimen comunista sigue prohibiendo cualquier manifestación política o artística que estime peligrosa. De hecho, ya censuró la película «Memorias de una geisha» porque dos de las principales estrellas chinas, Zhang Ziyi y Gong Li, interpretaban a «geishas» japonesas, consideradas prostitutas en el coloso oriental. Junto al veto a Tang Wei, el Gobierno ha retirado de las pantallas la cinta china «Pingguo (Lost in Beijing)» por su fuerte contenido sexual y su retrato de la pérdida de valores morales, al tiempo que ha anunciado que escrutará con lupa a los grupos de música extranjeros que vengan a tocar al país. Todo ello con tal de evitar incidentes como el que protagonizó la semana pasada la cantante islandesa Bjork, quien apoyó la independencia del Tíbet durante un concierto en Shangai.
PABLO M. DÍEZ

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